martes, 1 de junio de 2010

EL PRIMER DEBER DE UN MEDICO

Por: Marco Cueva Benavides (*)

En una vieja película de Bergman uno de los personajes le pregunta a un galeno, ¿doctor, cual cree usted que es el primer deber de un médico?, éste se queda pensando y luego le responde: creo que el primer deber de un médico es pedir perdón.

Tal vez esto sea verdad (aunque no solamente para los médicos) porque si analizáramos las vivencias de lo que cada uno de nosotros hace en su vida profesional diaria, veríamos que está llena de esos pequeños errores que pasamos desapercibidos o de una de esas grandes equivocaciones que pueden causarnos problemas legales y judiciales, y por los que a veces se hacen grandes escándalos en la prensa y en la TV y cada día aparecen con mayor frecuencia.

La forma como se enseña, se practica y se difunde la medicina, en las que se sobrestiman los logros y se minimizan los fracasos y errores, brinda muchas veces una imagen idealizada de ella. La medicina tiene como los fuegos artificiales su lado luminoso pero también su lado oscuro, ese carrizo quemado del que muy poco se habla o se quiere ocultar y que son parte de un sistema salud enfermo, en el cual el médico es una parte de ese engranaje.

Cuando se trabaja en instituciones de salud (EsSalud, Minsa, SFP, etc) que padecen también la crisis de nuestra sociedad y expresan con mayor gravedad los problemas de ella, los riesgos de cometer errores son mayores, ya sea por carencias físicas (falta de equipos y medicamentos, ambientes inadecuados), por causas humanas (negligencia médica, impericia o ignorancia), cuestiones éticas (bioéticas), o problemas organizacionales (deficiente gestión gerencial). De manera que los médicos están expuestos a todos las equivocaciones posibles que son mayormente estructurales, más que personales de cada uno de ellos, pero solo será él quien deba afrontarlos porque la institución no es ni se siente legal ni moralmente responsable.

La mayoría de ellas tienen su base en una inadecuada comunicación médico-paciente, en deficiencias en el enfoque del tratamiento, malas interpretaciones diagnósticas, juicio inadecuado, indecisiones y deficiencias en la ejecución de un acto o habilidad.

Absorbidos por computadoras y equipos, perdidos en un mar de pacientes que abarrotan los pasillos, o llenan las sillas ordenadoras de las colas, apurados en los consultorios y agobiados por una variedad de compromisos laborales, los médicos seguiremos ignorando que en las pequeñas cosas que llenan nuestra rutina están las mas grandes faltas por las cuales debemos pedir perdón.

A eso habría que e agregarle algo que es uno de los problemas principales de los servicios de salud, revelados en diversos estudios sobre la calidad de la atención que se da en los mismos: el maltrato a los pacientes. Un maltrato que parte desde que uno ingresa al hospital donde al vigilante le parece que todo el que ingresa al servicio es un probable delincuente, hasta el que se brinda al interior en todos los servicios por donde uno circula. Cuando uno como paciente vive los sinsabores que significa el caer en un servicio de salud, recién se da cuenta que hay mucho por el cual los médicos (y seguramente muchos otros) deberíamos pedir perdón.
Toda la grandeza que tiene una profesión como la medicina, dedicada a calmar el dolor, restablecer la salud, prevenir las enfermedades y tratar a un ser humano en forma integral se pierde como se ha venido perdiendo todo lo que de humanidad debería tener la medicina. Felizmente los errores son los menos, frente a todos los aciertos y a un trabajo sacrificado que muchas veces es poco reconocido.

Es necesario desarrollar una conciencia ética, crítica y autocrítica de nuestro trabajo diario, más ahora que el desarrollo de la ciencia y la tecnología han deshumanizado y fragmentizado la medicina, desde su enseñanza y hasta su propia práctica donde se ve más al órgano, al sistema, la bacteria, la estructura molecular y al ahora al ADN , pero no a ese ser humano que quiere aliviar su dolor físico, psíquico y social y no encuentra en los servicios de salud una solución a los mismos.

(*) Médico de niños. Ex.-Pediatra de EsSalud
Docente de la Escuela de Medicina-UPSP. Publicado En La Industria de Chimbote

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