sábado, 25 de diciembre de 2010

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: Estas Navidades siniestras

Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social.Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina. Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que Un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.



La mistificación empezó con la costumbre de que losjuguetes no los trajeran los Reyes Magos -como sucede en España con toda razón-, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria- perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.



Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad denieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen san Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina. Según la leyenda nórdica, san Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germanicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de losjuguetes. y hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia. Luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducídos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.



Todo eso, en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños -viendo tantas cosas atroces- terminen por creer de veras que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos.

viernes, 24 de diciembre de 2010

LA NOCHE DE LOS DESPERDICIOS


Desde pequeño aprendí a formar mi imagen de la Navidad, no
solo como la noche en que se celebra el nacimiento de Jesús, sino
como el día mágico en que todos los niños de mi barrio salíamos
por la mañana a exhibir nuestros juguetes y ver cuál era el mejor
de todos.

La Navidad era el motivo para muchas otras cosas y la
fundamental, sería para que la mayor parte de la familia, estuviera
donde estuviera, se reuniera aquella noche para compartir la cena,
ese es el motivo de análisis de este artículo.

Con el paso de los años entendí mejor esta necesidad. Para
aquellas fechas estuve varias veces muy lejos de mi tierra y he
tenido que desplazarme más de 6000 kilómetros, viajaren trenes,
autos, ómnibus, aviones, para llegar precisamente esa noche a
compartir con la familia. A veces lo lograba, otras las he pasado
solo en ciudades de países lejanos.

Más adelante conocí algunas personas de otras religiones que
no celebrarán lo Navidad y todo lo contrario consideraban que esa
fiesta era una herejía. Buscando información encontré que el 24
de diciembre era una fecha arbitraria que se había elegido entre
otras 2 más que pedían haber sido marzo o abril. A partir del siglo
IV, fecha de la declinación del imperio romano, estos tenían al
cristianismo como religión oficial y celebraban el 24 de diciembre
el solsticio de invierno, que es la fecha que marca el final de la
noche más larga del año, triunfa la luz, y comienza a hacerse más
corta la noche y más largo los días. De manera que hicieron
coincidir la fecha con la del nacimiento del hijo de Dios.

La imagen de la Navidad se globalizó y se comercializó muy
temprano. Un árbol más europeo que latinoamericano invadió
nuestros hogares, una nieve de algodón que muchos han visto nada
más que en fotos, adornó nuestro árbol y un personaje gordo, de
vestimenta roja y barba blanca reemplazó al pesebre de
nacimiento. Y esta hora de reflexión, sobre el nacimiento de un
hombre que fue el más extraordinario de todos por las enseñanzas
que nos dejó, se transformo para medios en una fiesta equivocada
derroche de dinero, de luces, de bullicio y un olvidarse de lo que
representa Jesús para nuestra vidas.

Pero la sensación más decepcionante que he tenido siempre
sobre la Navidad era cuando me levantaba temprano el 25 y venía
la mesa donde se había cenado la noche anterior. Tenía la
impresión que había sido una noche de desperdicios al ver restos
de alimentos y bebidas esparcidos por toda la mesa. Esta estampa
se ha venido repitiendo con los años y la he observado en muchos
hogares de diversas condiciones económicas.

Sabemos que cada hogar es distinto en la preparación de su
cena de Navidad. Desde las muy abundantes hasta la cena de los
hogares más pobres, siempre habrá un mayor o menor despilfarro
de alimentos, por la simple razón de que para esa noche, en el
hogar promedio, la mesa suele ser abundante de panteones,
empanadas, panes especiales, tamales, pavo o pollo, ensalada de
frutas, frutas secas, café, vino, champagne, cerveza y el clásico
chocolate caliente, todo rico en calorías, para una noche y una
hora en la que apenas hay ganas de ingerir todo eso.

Llegada a las 12 de la noche o antes de esa hora, nadie sabe por
donde empezar a consumir lo que se ha puesto en In mesa, nunca
en ninguna fecha del año se nos ofrecía tantas cosas en la hora
más inadecuada para el apetito, la medianoche.

Cuando la mesa es abundante para la cantidad de personas
que comparten la cena y existe más de los que se pueda consumir,
es casi una ofensa para los que tiene poco o no tienen casi nada.

Total la abundancia fue siempre mala consejera.
Vivimos tiempos distintos, «épocas de crisis», tal vez muchas
generaciones vengan siempre repitiendo lo mismo, como un disco
rayado. Pero basta con salir a las calles y ver como las cantinas
están llenas de parroquianos para saber que todavía no
entendemos (más aún en Navidad) hasta que punto somos un
país pobre y subdesarrollado frente a otros. No les falta mucho
para aprender a vivir en la pobreza.

Ojala que esta cena de Navidad sea (o haya sido) tan humilde
y pobre como el pesebre o la vida que llevó Jesús. Y cuando
recordemos su nacimiento o su muerte que siga como ejemplo de
nuestras vidas un acto de amor y cariño.

martes, 16 de noviembre de 2010

CONFESIONES DE UNA REPRESENTANTE DE LA INDUSTRIA FARMACEUTICA


Gwen Olsen, fue representante de la industria farmacéutica durante 15 años. Fué representante de ventas trabajando para los gigantes de la salud, tales como Johnson & Johnson, Bristol-Myers Squibb y Abbott Laboratories. Es autora del libro: “Confessions of an Rx Drug Pusher”


Ella disfrutó de una exitosa carrera, de ritmo rápido hasta que varias experiencias comenzaron su despertar a los peligros que acechan en cada gabinete de la medicina estadounidense.

Sus lecciones más conmovedoras, sin embargo, llegaron como víctima y superviviente a los efectos secundarios de unos medicamentos que pusieron en peligro su vida. Después de salir de las ventas farmacéuticas en el 2000, Gwen trabajó en la industria de alimentos naturales por primera vez como una gestora de cuentas para Nature’s Way, y luego como gerente regional de ventas para Gaia Herbs.
Actualmente es escritora, oradora y consultora de salud natural.
En su libro, denuncia el mercantilismo existente en torno a los antidepresivos y sus graves efectos secundarios.

SE QUEMÓ VIVA...
Algo que, por desgracia, conoce de primera mano.
No ya porque sepa perfectamente lo que hay detrás de su comercialización –que también- sino porque una sobrina suya se suicidó después de haber tomado antidepresivos.
Le fue prescrita la medicación tras un accidente de automóvil y cuando trató de dejarla cayó en una profunda depresión. “Se quemó viva –explicaba Olsen en una entrevista a Kathy Rumlesky en Free Press Reporter-.
Se había vuelto adicta y cuando intentó dejarlo cayó en una depresión. Su médico la prescribió otro antidepresivo y eso la llevó a una espiral descendente, hacia el suicidio”.

Es más, la propia Gwen Olsen fue tratada con antidepresivos en 1992. “Me volví una psicópata maníaca”, reconocería. Añadiendo: “Aproximadamente el 25% de la población que los toma tendrá reacciones adversas serias”.

LOS NIÑOS LOS MÁS VULNERABLES

Aunque quizás lo más impactante de su testimonio sea su referencia a los niños porque, según asevera, son más vulnerables a los efectos secundarios debido a que sus órganos están aún desarrollándose: “Reaccionan tres veces más a estas drogas que un adulto”, denuncia.

Durante la entrevista Olsen deja además para la reflexión una idea especialmente significativa por proceder de alguien vinculado durante mucho tiempo a la industria farmacéutica: “Hay importantes incentivos económicos para sobreprescribir estas drogas”.  A lo que añade: “Son un mecanismo de control social”.

Como colofón asegura que una vez que alguien empieza a consumir psicofármacos nunca podrá dejarlos: “Será cliente de la industria farmacéutica toda la vida –afirma-. Los medicamentos alteran la patología química del cerebro para que no pueda dejarlas. Son sumamente adictivas”

“Jamás veremos anuncios televisivos promovidos por alguien que diga: …El Journal The New England acaba de anunciar que el ejercicio es el doble de efectivo que los antidepresivos en la cura de la depresión.”

Nunca recibirás ese tipo de información buena, justa y equilibrada mientras las grandes farmacéuticas estén financiando las televisiones principales y los anuncios que mantienen a esas televisiones, a las principales revistas, y toda la publicidad que las apoya…

http://www.youtube.com/watch?v=wIWuEAFlg1Y&feature=player_embedded

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL RAPTO DE HIGEA : UNA NUEVA CRITICA AL CORRUPTO SISTEMA DE SALUD

El rapto de Higea: El libro “El rapto de Higea” de Jesús García Blanca,

desvela y denuncia de forma magistral cómo el poder económico-político,
en las sociedades capitalistas, utiliza la medicina no sólo como otro
método de saqueo de su población, sino como un mecanismo más de control social.

Una crítica integral del modelo sanitario hegemónico, analizando los
intereses políticos y económicos que lo sustentan y denunciando la poca
credibilidad de una medicina cada vez más al servicio de los intereses de
la industria farmacéutica y menos de las personas. No se limita a
denunciar los vínculos evidentes entre la investigación médica (revistas
especializadas, departamentos universitarios de investigación,
instituciones internacionales de la salud, equipos oficiales de asesores,
etc.) y la farmaindustria, sino que se adentra en el estudio de las bases
mismas de la medicina desde una perspectiva integral de la salud,
indisoluble del entorno en el que el ser humano se ha desarrollado en un
equilibrio perfecto con la totalidad de seres vivientes.

Con su análisis de la historia reciente de la medicina, El rapto de Higea
demuestra que se han obviado cuando no directamente censurado o perseguido
aquellas investigaciones y prácticas médicas que no resultan útiles al
actual modelo de acumulación capitalista, lo cual explica por qué se crea
alarma social ante supuestas pandemias de incidencia mínima, mientras que
se sigue sin atender las necesidades médicas reales de una gran parte de
la población mundial. Las investigaciones en torno al cáncer y,
especialmente, el sida y su tratamiento desde la medicina oficial sirven a
Jesús García Blanca para cuestionar con numerosas referencias científicas
la honestidad de los investigadores, laboratorios, empresas e
instituciones, que en los últimos 25 años han construido sobre
presupuestos multimillonarios la verdad oficial sobre el VIH. El libro
presenta por primera vez fuera de los EE. UU. una muestra de documentos
originales de Robert Gallo que ponen de manifiesto que su pretendido
descubrimiento del VIH era un fraude intencionado. Y describe con
elocuencia y rigor documental la invalidez de los tests de diagnóstico o
el carácter explícitamente venenoso de los productos que se administran a
millones de personas como prevención o tratamiento. (Pascual Serrano,
Rebelión)
Leer el libro completo en:

http://www.nodo50.org/ciencia_popular/

lunes, 1 de noviembre de 2010

ALGUNOS RECUERDOS SOBRE KRICHNER

MIS RECUERDOS SOBRE KIRCHNER



Por: Marco Cueva Benavides (*)

Viví en la década del 70 en una ciudad como La Plata, que en esa época estaba llena de universitarios de todos los países de América Latina y de todas las provincias de la Argentina. Uno de esos estudiantes era Néstor Kirchner, a quien jamás imaginamos que podría después llegar a ser Presidente de Argentina y uno de los líderes más importantes de América.

Al llegar a La Plata, uno de los primeros lugares donde empecé a vivir era en una pensión de estudiantes de la calle 50 entre 7 y 8, en pleno centro de la ciudad. La ciudad fue trazada sobre un plano como un damero, sus calles están trazadas ordenadamente, cada 6 cuadras hay una avenida y una plaza, y la atraviesan varias diagonales que facilitan un tránsito rápido dentro del cuadrado de la ciudad. Todas sus calles son identificadas por números, y están llena de arboles.

Quienes mejor conocían a Néstor, eran los peruanos que vivían con él en la pensión de la Calle 1 entre 41 y 42. Uno de ellos, Donato Garay, quien ahora trabaja en EsSalud, nos recuerda detalles de los que vivían con él, “éramos 5 peruanos y 5 argentinos; cada uno de los peruanos teníamos nuestro cuarto, había 2 chimbotanos, el flaco Flores, un tal Roy, que estudiaban ingeniería y también Orestes Torres y Lito Castillo (médico huanuqueño, residente ahora en Huacho). Los argentinos vivían 3 en un cuarto y 2 en otro cuarto, entre estos Kirchner”. El era como muchos argentinos pelucón, pero además alto, flaco, medio desgarbado, le gustaba jugar damas, ajedrez y uno de sus vicios era el futbol. Había campeonatos entre los diversos equipos peruanos, pero también de las provincias de Argentina entre ellos, los santacruceños.

Lo que nos cuenta el Dr. Garay, modifica una anécdota que se relata en la biografía publicada por Daniel Osvaldo Gatti en su libro “Kirchner el amo del feudo”, que se puede leer por internet. Las cosas no fueron así, dice Donato, lo que pasó fue lo siguiente, “Los sábados íbamos a jugar futbol en la cancha del Colegio Nacional, que quedaba sobre la calle 1 y 50, frente al comedor universitario. Se formaban equipos entre estudiantes de varias nacionalidades y provincias. Siempre en el futbol se armaban algunas peleas, hubo un encontronazo con un peruano, Kirchner (cuya chapa era Lupín) se había ofuscado y andaba diciendo algunas palabras fuertes que no nos gustaron. Uno de nuestros compatriotas, moreno, bajito, creo que estudiaba periodismo, le hizo una llave y le dobló el brazo sobre la espalda al flaco alto y mancluenque que era Kirchner, en ese entonces, éste se molestó terriblemente y le gritó “suéltame negro hijo de p…”, el peruano lo soltó y allí terminó todo, no hubo más broncas”.

Kirchner llegaba siempre a uno de los lugares más emblemáticos donde íbamos también muchos estudiantes, varios de ellos peruanos. Era el Bar Restaurant Billar Rivadavia que quedaba cerca de mi pensión, en la esquina de 8 y 50. Tenía un televisor grande y cada vez que había partidos internacionales de futbol o peleas de box, concurríamos en grupos grandes a mirar estos eventos, ya que los estudiantes carecíamos de TV en nuestras viejas pensiones. Un día estuvimos viendo una pelea de box importante, era diciembre de 1970, Ringo Bonavena enfrentaba al gran Muhammad Alí en el Madison Square Garden de Buenos Aires. La caída de Bonavena, en el round 15 la celebramos los peruanos que estábamos en el bar, porque muchas veces siempre hacíamos barra por equipos contrarios a los argentinos, ya que éstos eran a veces muy sobrados y se creían los mejores del mundo. A los gritos de alegría que expresamos, hubo unos segundos de silencio y asombro; los argentinos que se encontraban allí nos tiraron platos y otras cosas sobre nuestras cabezas y salimos rajando para evitar mayores agresiones. No les faltó razón, estábamos en su país, en su ciudad, y por lo menos debíamos de haber guardado silencio frente a esta derrota.

Kirchner, estudiaba derecho en la facultad de Humanidades, donde también estudiaban otros peruanos, como Hugo Galarza, Jorge Carpio y Arturo Urmeneta (uno de los desaparecidos). El se incorporo a la Juventud Universitaria Peronista, se convenció que ese era el camino para una revolución en ciernes, allí empezó su carrera política. Aunque a su regreso y en su tercer gobierno Perón ya había cambiado su línea política, a su muerte, en 1974, el peronismo acentuó su división en un ala derecha y una revolucionaria, eso fue una de las causas de toda la negra historia que vivió el país con más de 30,000 muertos y desaparecidos. En 1976 abandonamos la Argentina y llegamos a Chimbote, ese mismo año Kirchner se regresó a Río Gallegos e inició una carrera profesional y política que no terminó hasta llegar a la presidencia de su país, de UNASUR, y protagonizar cambios importantes y polémicos que empiezan a ser reconocidos a partir de su intempestiva partida que nos ha motivado a escribir estas reflexiones.

(*) Publicado en La Industria de Chimbote, 01-11-10

jueves, 23 de septiembre de 2010

LOS ASPECTOS MEDICOS EN EL "AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA"


Cuando Gabriel García Márquez, publicó "El amor en los tiempos del cólera", en 1985, jamás imaginó que una nueva epidemia de cólera, partiendo desde Chimbote, iba a azotar a América Latina en 1991 con más de 400,000 infectados, y menos aún que esta enfermedad se pudiera quedar para siempre en nuestro continente.

La narrativa de García Márquez, enmarcada en la corriente del realismo mágico, constituye una fuente importante de información sobre los diversos escenarios donde se desarrollan sus relatos. La geografía, la sicología, la historia, la cultura de los pueblos, sus costumbres y sus gentes están presentes en sus obras. Sin embargo uno de los temas que maneja con una riqueza increíble es el de las enfermedades y la medicina. Esto lo apreciamos en "Cien años de soledad" donde se describen aspectos epidemiológicos de la tuberculosis, o en "Del amor y otros demonios" en donde se detalla la rabia que supuestamente podía afectar a una niña mordida por un perro, o los detalles de las dolencias de Bolívar en "El general en su laberinto". Pero es en "El amor en los tiempos del cólera", donde mejor se describen diversos aspectos médicos relacionados con el manejo que se daban en el siglo pasado a las enfermedades y especialmente de una que azotó la zona del Caribe, haciendo de la novela un tratado de dos aspectos de la vida: el amor y el cólera. Ambos se encuentran de principio a fin en la narración.

EL TEMA DE AMOR EN LA NOVELA
Aunque existen varias historias de amor, diremos que la historia principal es la de Florentino Ariza, un telegrafista de 18 años, lector insaciable y culto, aunque nada opuesto. Conoce a Fermina Daza, una linda caribeña de 13 años, y establece con ella una relación básicamente epistolar, que se mantiene por 2 años y es cortada por el padre, un traficante de mulas. Un médico joven, Juvenal Urbino, recién llegado de Europa a la ciudad, se encapricha por Fermina y finalmente logra contraer matrimonio con ella. La novela describe la historia de esta relación que dura 50 años, pero que tuvo un gran ausente: el amor. Al fallecer el médico, Florentino Ariza, con 77 años encima, vuelve a conquistar a Fermina Daza que frisaba los 72 años, y por la cual había esperado 56.

Otras historias de amor transcurren en la novela, amores sin edades, sin prejuicios, por encima de las enfermedades, de las epidemias del cólera, de las pobrezas y riquezas y del color de la piel. Amor de blancos con cholas, mestizas y mulatas, amores de ricos con pobres, capitanes con pasajeras, médicos con pacientes, paralíticos con sanas, jóvenes con viejos, viejos con niñas, viejos con viejas, en fin el amor en todas sus formas, pero con una condición básica: el de la pasión.

EL COLERA EN LA NOVELA
Cómo los Aureliano Buendía de "Cien años de soledad", la novela EATC, relata con excelente precisión y detalle la vida de tres médicos, Marco Aurelio Urbino, abuelo, Juvenal Urbino, padre, y Marco Urbino Daza, hijo, que hicieron historia en la zona del Caribe, Barranquilla, Cartagena y la región colindante al Río Magdalena, por su combate contra la epidemia de cólera que azotó a Colombia en 1829 y 1850. Cuando Juvenal Urbino, llegó a la ciudad "su padre, un médico más abnegado que eminente, había muerto en la epidemia de cólera que había azotado a la población. En el Hospital de la Misericordia se empecinaban en poner las patas de la cama en potes de agua para impedir que subieran las enfermedades o exigir ropa de etiqueta y guantes de gamuza porque pensaban que la elegancia era una forma de asepsia". Para aquella época se utilizaba también "los cañonazos disparados por la guarnición cada cuarto de hora de día y de noche, porque la pólvora purificaba el ambiente". Para la medicina, existía la seguridad que los casos de cólera disminuían con ese procedimiento.

Los relatos que se describen en la novela sobre las condiciones que determinaron la aparición de la epidemia, nos hacen recordar a lo que pasó también en nuestra ciudad, "cuando volvió a su tierra y sintió desde el mar la pestilencia del mercado y vio las ratas en los albañales y los niños desnudos revolcándose en los charcos de la calle, no sólo comprendió que la desgracia hubiera ocurrido, sino que tuvo la certeza de que iba a repetirse en cualquier momento".

Para el Dr. Urbino, héroe como médico en la novela pero antihéroe en el amor "el cólera se convirtió en una obsesión. No sabía de la enfermedad mucho más de lo aprendido en algún curso marginal, pero resultaba inverosímil que hubiera causado en París más de 140,000 muertos..."

Como sucede actualmente entre nosotros en Chimbote "hasta muy avanzado este siglo el cólera fue endémico en todo el litoral del Caribe y cuenca de La Magdalena...". Habría que agregar que después de casi un siglo volvió a Colombia y entre 1991-1993 produjo más de 85,000 infectados.

EL AMOR MAS IMPORTANTE QUE EL COLERA
Finalmente el cólera persigue al amor hasta el fin de la novela. En un viaje que los ancianos realizan por el Río Magdalena haciendo el amor y desquitándose de las ironías de la vida que los había hecho esperar más de medio siglo, por lograr ese momento. Para viajar sin paradas en el buque y no ser molestados, deciden izar la bandera del cólera, como un barco de apestados, en un itinerario inacabable de subidas y bajadas. Finalmente, en ese ir y venir, Fermina Daza comprendió que allí estaba su destino y que la vida, más que la muerte, era la que no tenía límites.

martes, 31 de agosto de 2010

10342 (*)

Ya no estoy para curar

porque habría que curarlo todo

y un solo hombre es posible

que sólo sea la esperanza de unos pocos

y al final no cure nada



Mas aun si le enseñaron un juramento

que tal vez hoy no signifique mucho

si fue entrenado para dar tratamientos vanos

si tuvo que ocultar verdades o mentir

para que nadie caiga en la desesperanza

Si tiene que dar vida

aunque todo alrededor se muera



Sólo soy un ser de blanco

que teme hacer este poema

alguien que sueña

con la sonrisa de los niños y escolares

pero encuentra que se mueren

cien por cada mil

la mayoría de hambre

los pulmones destrozados

sin intestinos y sin piel



Tanto amamos la vida

pero muy poco prevenimos

la enfermedad y la muerte

ahora sólo nos queda

pelear contra las píldoras

la leche en polvo

las artificiales vitaminas

salir de este bosque de medicamentos

limpiar el aire

lavar la tierra

sanar el agua

recuperar palabras

sacar el alma

volver al hombre


(*) Del poemario inedito "Diagnostico Situacional"

lunes, 30 de agosto de 2010

TUNA MEDICA

Recordamos algunas de las actividades de la Tuna del Hospital III Essalud (antes IPSS) que realizo diversas presentaciones. Lo integraban entre otros: Julio Cesar Mamani (acordeon y guitarra), Oscar Ochoa (mandolina y guitarra), Jorge Damian (guitarra), Arnulfo Gordon (guitarra), Victor Diaz (guitarra), Marco Cueva (guitarra) Jorge Hidalgo (1a. voz), Hilda Centeno (voz y pandereta), Maria Eugenia Fuentes( voz y pandereta), Alberto Bonilla (voz), Guzman (guitarra), Pety  Vasquez (voz) y otros en algunas presentaciones

viernes, 23 de julio de 2010

NO SÉ POR QUÉ A MI ABUELA NO LE DIERON EL PREMIO NOBEL

Por: Marco Cueva Benavides (*)

Cuando era adolescente me enteré que el Premio Nobel se les daba aquellas personas que habían contribuido a la humanidad con algún aporte científico, cultural o social importante, y que en América Latina, hasta la década del 50, sólo lo habían recibido Gabriela Mistral y Bernardo Houssay, aunque después llegó el reconocimiento a otros ocho intelectuales, como García Márquez, Octavio Paz, Rigoberta Menchú.

Sin embargo cuando después con los años valoré la trascendencia de los tratamientos que hacía mi abuela en un buen número de enfermedades, no entendía por qué a ella nunca le habían dado el Premio Nobel.

Por eso es que quiero narrarles la grandeza de sus aportes, tal vez algún día esto llegue al jurado del premio en Suecia y a lo mejor le dan el galardón post-morten, porque ella ahora vive con los dioses del firmamento.

Además en medicina, a pesar de todos los avances, volvemos a hacer lo que antes hacían nuestras abuelas que la mayor parte de las veces resultan mejor que tantos “modernos” y caros tratamientos. Sino veamos algunos de ellos.

SOBRE LA LECHE MATERNA

Desde siglos pasados se utilizaba la leche de los animales para alimentar niños mayores, en Europa desde 1866 la empresa NESTLE y otras compañías empezaron a inundar el mercado de leches artificiales, en polvo, condensada, etc., esto trajo como consecuencia un aumento de la mortalidad infantil, especialmente en aquellos países pobres como el nuestro (aunque tengamos nuestra banquita de oro). En 1974 el grupo WAR AND WAND de Suiza, publicó su trabajo "The baby Killer”(Los asesinos de los niños), donde se insinuaba que la introducción de las leches artificiales en poblaciones pobres, había aumentado la muerte de los niños en forma considerable......

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(*) Publicado en el libro de cuentos "Sobre el Arenal", en una separata de 2 ediciones y en la revista "Educación y Saude" de la Universidad de Vigo-España, (Salud Publica Educ Salud 2003; 3 (1): 13-19) en cuya web puede leerse la narración completa:   http://webs.uvigo.es/mpsp/rev03-1/abuela-03-1.pdf

martes, 6 de julio de 2010

ALGUNAS VERDADES SOBRE LAS VACUNAS

Por: Marco Cueva Benavides (*)


                                     “El espíritu critico es la gran conquista de la edad moderna., nada hay sagrado o intocable para 
                                        el  pensamiento. Quien renuncia a la crítica, especialmente a la de sí mismo, no es pensamiento.
                                       Sin critica no hay ciencia; sin ella tampoco hay arte ni literatura…” OCTAVIO PAZ


La reciente muerte, en Chimbote, de un niño de 15 meses asociada a las vacunas que se le aplicaron, nos trae a la memoria algunas experiencias semejantes que hemos vivido y a recordar que hay muchas verdades escondidas sobre vacunas que es necesario conocer y difundir.

Un día miércoles de hace algunos años cuando estaba en consultorio de pediatría se me acercó una madre, enviada por la enfermera, para consultarme si se le podía aplicar la segunda vacuna triple a un niño de 6 meses cuya primeras dosis, le había ocasionado algunas reacciones serias. De acuerdo al protocolo, correspondía aplicarle la vacuna doble, (sin el componente pertusis, que es el que mas reacciones produce). Así se hizo, pero el niño se puso mal el jueves, lo hospitalizamos y el viernes por la tarde murió de una probable encefalopatía. En otra oportunidad derivamos a un recién nacido de 16 días para que se le aplique la BCG, lo cual fue aplicada a las 12 del día, regreso a su domicilio y a las 12:30 se puso mal, la familia tomo un taxi y fueron al Hospital Regional EGB pero el niño llego cadáver.

No se cuantas veces en consulta externa del hospital encontraba niños que presentaban algunas deficiencias neurológicas; cuando interrogábamos a la madre, ella nos decía una gran verdad a la que nosotros no dábamos credibilidad, afirmaba que su niño andaba bien, hasta que le pusieron la vacuna, “después de ello el niño quedo así”. Algunos de estos problemas eran fiebres seguidas después de trastornos del desarrollo o psicomotores . Traté de indagar en ese entonces, cuantas reacciones adversas (RAV) a las vacunas se habían reportado en el Perú, y encontré que ninguna y los propios fabricantes u organismos de salud reportaban pocas referencias.

Otras informaciones y testimonios sobre hechos semejantes son fáciles ahora de encontrar en internet, así como verificar por qué se ocultan; en algunos casos para evitar crear el pánico sobre las vacunas o en otras porque hay intereses de los laboratorios (especialmente en EEUU) de evitar demandas judiciales por daños causados por las mismas. Desafortunadamente la actitud del personal de salud, que no tiene un criterio crítico y no ha investigado adecuadamente sobre el tema suele negar la asociación de daños y muertes producidos por vacunas, pero que hay que reconocer que estas existen.

Una de las investigaciones publicada en la revista Pediatrics (USA) de Agosto de 1998, Vol 45 Nº 3, pág. 179, describe 48 casos de encefalopatías agudas seguidas de lesión cerebral permanente o muerte asociadas a vacuna del sarampión. De todos ellos 8 fallecieron y los otros 40 presentaron regresión y retraso mental, crisis comiciales crónicas (epilepsia) déficit motores y sensoriales y trastornos del movimiento. La Dra. Ghislaine Lanctot, medica canadiense, autora del libro “La mafia medica” tiene una posición contraría a las vacunas, porque entiende que es suministrar la enfermedad de forma más debilitada para que el cuerpo reaccione. De manera mas extensa y extrema, en el documental australiano “Vacunación: la verdad oculta”, a la que se puede acceder por Youtube o Google, la Dra. Bronwyng Hancok presenta numerosos investigadores médicos e investigaciones en EE.UU. Europa. Australia, Japón y testimonios de familiares de pacientes, en los que se puede encontrar las siguientes afirmaciones: las vacunas pueden producir muerte y daños de diferentes tipos en los niños, las campañas de vacunación no han sido determinantes para reducir cierto grupo de enfermedades sino el mejoramiento de las condiciones de vida , muchas de éstas han causado verdaderas epidemias, los componentes de las vacunas (virus, bacterias, proteínas, ADN) y sus vehículos (formaldehido, mercurio, aluminio) han provocado serios daños a la inmunidad de las personas y órganos vitales como el cerebro, hígado, riñón), los estudios sobre reacciones por vacuna han sido mal interpretados, falseados o ocultados, por intereses políticos de los gobiernos y de la industria farmacéutica, las definiciones sobre enfermedades (polio, sarampión etc.) han sido cambiadas para distorsionar las estadísticas en favor de las vacunas.

Es probable que se puedan encontrar diversas investigaciones a favor y en contra de las vacunas, cada una tendrá su punto de vista basada en información considerada científicamente seria, pero ambas contienen una verdad que no se puede ocultar: las vacunas, como todo producto biológico que se inocula a una persona, pueden causar la muerte y daños colaterales en un porcentaje mínimo pero significativo. También es necesario considerar que los nuevos programas de vacunación y algunas campañas obedecen a otros fines antes que defender la salud de la población. Las reacciones son en verdad muchos mayores, ya que la mayoría de ellas no se reportan e investigan. La formación y la práctica médica se hacen, como los fuegos artificiales, por todo lo que brilla y deslumbra y no sobre el carrizo quemado, que cae silenciosamente en la noche a decirnos otras verdades.

Hay un movimiento de médicos y organizaciones a nivel mundial, que frente a este panorama, solicita que las vacunas no sean aplicadas en forma compulsiva y obligatoria en toda la población, sino que se respete el derecho de las familias a determinar por voluntad propia su aceptación o no de las vacunas, tomando en cuenta sus propias convicciones científicas, religiosas , filosóficas y las realidades sociales y culturales de cada país . La mejor defensa contra las infecciones será siempre el mantener una vida y un ambiente saludable lo que conlleva a una defensa natural de nuestro organismo contra todas las amenazas de enfermedades que nos acechan y en la cual tiene gran responsabilidad el propio hombre.

(*) Medico Pediatra-Docente de la USP - Publicado en La Industria de Chimbote

domingo, 27 de junio de 2010

DE HABLADOR A FACILITADOR

Por: Marco Cueva Benavides (*)
La vida me hizo ser siempre una persona bastante callada. Pocos entienden entonces como hice para enamorar a mi mujer. Pero nunca fui siempre así, ciertas obligaciones me hicieron cambiar.

Estaba contento con mi trabajo en el hospital de EsSalud y en una ONG donde haciamos un trabajo asistencial con niños y ducacion comunitaria, hasta que un día un colega, que tenía que dejar Chimbote, me invitó para enseñar el curso de Nutrición que él dictaba en la universidad local. Conversamos con las autoridades, entregue mi currículo y me aceptaron. Ser docente a nivel universitario fue un reto que acepté con alegría pero también con muchas dudas. ¿Que podría un hombre callado decir a sus alumnos? Sentía temor y osadía. Pensé que lo único que tenia que hacer es enseñar como me habían enseñado a mí, repetir las cosas que están en los textos y revistas mas actuales de medicina. Solo era cuestión de aprenderse ciertos conocimientos, después repetírselos a los alumnos y hacer algunos examenes así lo hacían la mayoría de los docentes.

Me preparé para llevar el curso, leí todo todo cuando me fue posible y actualizado sobre nutrición y empecé a enseñar dictando clases según la estructura de un silabo que había diseñado. Siempre trataba de que mis clases fueran amenas, para no cansar a los estudiantes, las relacionaba con los problemas diarios de nutrición que observaba en los niños.. Después me capacite en Docencia Universitaria y en Tecnología Educativa y me metí en toda la terminología que ello implicaba, la construcción de objetivos, la taxonomia de Bloom, en el diseño de ítems de evaluación y todos los temas que implicaba la educación.

Con los alumnos/as hicimos seminarios de alimentación vegetariana, con ayuda de la GFU, que terminaban con una anticuchada vegetariana en la UPSP, vendíamos como 400 anticuchos y metíamos un poco de bulla y distribuíamos folletos.

Tenía mis tarjetas de apuntes para las clases, que iba mejorando cada ciclo, algo parecía haber logrado para que la cosa no fuese tan aburrida ya que daba clases a las tres de la tarde (la hora de la "siesta", que como decían Perón y Monseñor Bambaren, es necesaria para una vida saludable). Habia que hacer algo distinto para que nadie se quedara dormido.

Total el hombre callado se volvió por necesidad un loro que repetía su curso cada ciclo con algunas actualizaciones y hasta con power point de por medio. En el aula inventaba cosas sobre lo que decía mi abuela (que nunca conocí) sobre cuestiones de salud y escribí un libro sobre ella, aunque se que nunca le darán el premio Nobel.

Pero… intuía que algo no estaba bien, me sentía insatisfecho

En 1996, hicimos una Maestría en Educación Superior con los cubanos y fui descubriendo los nuevos roles que debía asumir un profesor y los estudiantes, sobre la necesidad de un aprendizaje activo, creativo y significativo. Fueron revelaciones que me dieron la oportunidad de volver a ser lo que siempre he sido. Hice mi tesis sobre Aprendizaje Basado en Solución de problemas, y aprendí a trabajar con métodos participativos. El docente, el artista principal siempre de la película, tenía que dejar de serlo y convertirse en un actor mas.

Con todo lo nuevamente aprendido, desde hace mas de cuatro años ya no dicto clases, siempre ando inventado cosas para hablar menos, lo que se dice estrategias para aprender a aprender, pero sin enseñar a los alumnos, tratando de que ellos aprendan e investiguen por si solos. Entre otras cosas hago: juego de roles, estudio de casos, pequeños grupos de discusión, aprendizaje basado en problemas, crear pacientes, crear proyectos, preguntas y respuestas, lee-pregunta-responda., videos, CD, etc. y además evalúo con libro abierto, porque me parece una aberración hacer memorizar a los alumnos/as tantos conocimientos que en algunos meses habrán de olvidar casi todo. A veces la cosa sale bien y a veces mal, pero he tomado otro camino, ya no enseño, solo facilito el aprendizaje, hablo poco y he vuelto a ser lo que era.  Hemos impulsado a nivel de la facultad de medicina una nueva estructura curricular y una nueva metodologia que tiene como elemento principal, pero no unico, el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP). Nos espera una larga y dura tarea.

Como dice Malcolm Knowles, quien me motivó a escribir esto, me hice un "facilitador" o estoy tratando de serlo. He recuperado mi ser. Seguiré siendo siempre ese hombre callado que mi madre me ayudo a ser. No se si es una virtud o un defecto, pero eso me hace feliz.

miércoles, 9 de junio de 2010

SEXUALIDAD Y DEPRESIÓN EN LA VIDA Y OBRA DE ARGUEDAS

Presentacion del libro sobre Arguedas por Carmen Pinilla y
Vilma Arguedas 
Por: Marco Cueva Benavides  (Publicado en la Revista Alborada 23- Actualizado el 18-01-11 en el centenario del nacimiento de Arguedas)

Había llegado a La Plata-Argentina en el 65, por esas extrañas circunstancias que llamábamos “exilio”, y será porque éramos foráneos, siempre arraigados a nuestra tierra madre, que de tanto en tanto nos invadía la nostalgia y una tristeza a la que decíamos: “la pena negra”. A veces sentíamos que la vida se nos iba.


Cuando suponía que estaba llegando al final de mi existencia, un día de abril del 71, en la ciudad de La Plata, adquirí un libro, de editorial Lozada, que me permitió conocer el infortunio de un hombre que, como yo, sentía que había perdido la batalla de la vida. Eso es lo que deduje después de devorar en una noche la novela de José María Arguedas "El zorro de arriba y el zorro de abajo". Aunque había leído gran parte de las obras de José María, y desde tan lejos desconocía mas sobre sus actividades, jamás imaginé lo que su novela-diario me revelaba, el relato sobre Chimbote y su suicidio posterior. A partir de allí empecé a sentir, como han sentido muchos, una pasión entrañable por todo lo que fue su vida y su obra, y paradójicamente, me dio la vitalidad necesaria para superar las profundidades en las que a veces caemos las personas en algunos momentos de nuestras vidas.

A los 100 años de su nacimiento y a los 42 años de su muerte podemos señalar que sus contribuciones más substanciales fueron su narrativa andina, sus ensayos sobre folklore, etnología, antropología y cultura indigenista. Ello le mereció importantes premios y sigue siendo objeto de numerosos estudios. Los trabajos de A.Cornejo Polar, Julio Ortega, Martín Lienhard, Willian Rowe, A. Flores Galindo, Mario Vargas Llosa, las cartas editadas por John V. Murra, y las cartas a sus familiares editadas por Carmen María Pinilla, han enriquecido el análisis de la vida y la obra arguediana. Ello nos permitió realizar este análisis en el que intentamos relevar los aspectos de la sexualidad como elementos de mayor incidencia en su cuadro depresivo y en su trágico final, y que publicaramos en la Revista Alborada 23.

LAS RAICES DE UNA TRAGEDIA

Muchas patologías psíquicas emergentes en la adolescencia tienen sus orígenes en lo acontecido en la infancia. En Arguedas esto es evidente como el mismo lo afirma en el Primer diario de su última novela: “en mayo de 1944 hizo crisis una dolencia psíquica contraída en la infancia y estuve casi cinco años neutralizado para escribir”, y como resulta también de la revisión de algunos hechos.

1)Su origen ha sido últimamente cuestionado y han aparecido controversias que ponen en duda lo que ya conocíamos, que nació en Andahuaylas el 18-01-1911, su padre, Víctor Manuel, era abogado de origen cuzqueño y su probable madre, Victoria Altamirano, señora principal de San Pedro de Andahuaylas. Eran una familia de clase media, ligada a la autoridad política y religiosa de esa región campesina quechua hablante. Desafortunadamente su madre murió en 1914, cuando él no había cumplido aun los tres años de edad.

Sin embargo las revelaciones, en sus memorias, de Luis E. Valcárcel, su dilecto maestro, colega de trabajo y amigo entrañable, de que era hijo natural y fruto de una relación irregular, han permitido que investigaciones posteriores propongan que Arguedas en realidad era hijo de Juanita Tejada, que era la criada del padre de José María y que después fue dado en crianza a Victoria Altamirano, a quien Arguedas reconoce como su verdadera madre, de la cual apenas guarda algunos recuerdos.. "Yo no me acuerdo de mi mamá. Esa es una de las causas de mis perturbaciones emocionales" afirmaba.

Por otra parte desde la escondida localidad de Huanipaca se ha extendido lo que allí se sabía desde el principio y que puede resumirse en lo siguiente: a) José María Arguedas nació fuera del matrimonio Arguedas-Altamirano. B) Es hijo del padre que se menciona y reconoce. Pero en una criada, cual es: Juanita Tejada c) El niño fue arrebatado del seno de su madre natural y se lo presentó como hijo legítimo del matrimonio formalmente establecido. d) Muerta la señora Victoria Altamirano la criada Juanita Tejada reclamó a su hijo. Y este regresó a sus brazos.e) Luego el niño volvió a ser recuperado por la familia Arguedas. f) Que Juanita Tejada enloqueció reclamando a su hijo y al sentir que era imposible recuperarlo.g). Que José María Arguedas Altamirano es en verdad José María Arguedas Tejada. En un informe suscrito por Walter Saavedra dan estos alcances: a) Que las fechas del posible encuentro entre el padre de José María y la criada Juanita Tejada coinciden. b) Que los parientes de Juanita Tejada recuerdan que ella tuvo por aquella fecha del nacimiento de Arguedas un hijo varón. c) Que el genotipo biológico de José María Arguedas corresponde al tronco familiar de Juanita Tejada. (Blanco de piel, ojos claros, zarco, con el pelo castaño y ondulado) d) Que en la investigación se encontró a un sobrino nieto de Juanita Tejada llamado Alejandro Tejada Guillén, que era "…el vivo retrato" de José María Arguedas.

2)Fue recogido por su abuela paterna con la que vivió hasta 1917, año en que su padre se casa por segunda vez con doña Grimanesa Arangoita, viuda adinerada de San Juan de Lucanas en Ayacucho. La familia se instala en Puquio y luego de un año, junto con su hermano Arístides van a vivir a Lucanas con la madrastra. En 1919 su hermano viaja a Lima y el padre de Arguedas empieza a viajar por todos los pueblos en busca de trabajo.

3)José María quedó tres años con su madrastra y un hermanastro con los que vive experiencias terribles que estigmatizaron su vida. Pablo Pacheco, su hermanastro, diez años mayor que él, prototipo de gamonal serrano, cruel, prejuicioso, abusivo y racista, practicaba el exhibicionismo y sadismo. En diversas oportunidades obligó a Arguedas a presenciar sus abusos sexuales con cuantas amantes tenía en el pueblo. A los 9 años contempló sus relaciones íntimas con una viuda, pero más tarde a los 18 años Arguedas volvió y mantuvo una convivencia de varios días con ella.

4)Su madrastra lo relegó a la condición de uno de los sirvientes indios de la casa, rol que abandonaba sólo cuando llegaba su padre, y al partir éste volvía a dormir en la cocina en una batea sobre un pellejo lleno de piojos, a cortar alfalfa en las madrugadas, regar los sembríos en las noches y recibir raciones miserables de comida. Su idioma natural era el quechua. Su refugio y amparo fueron los indios y las indias de la servidumbre que "vieron en mí exactamente como si fuera uno de ellos, con la diferencia que por ser blanco acaso necesitaba mas consuelo ... y me lo dieron a manos llenas". Con ellos se sintió feliz y se identificó toda su vida. Algunas de esas mujeres a las que aprendió a amar con "amor de niño" fueron violadas ante sus ojos infantiles, tal como se relata en su cuento “Warma kuyay”.

5)En julio de 1921 huye, con su hermano, hacia la hacienda Viseca, a la casa de un pariente; allí vive dos años, compartiendo como un "niño feliz" el paisaje, música, baile, ritos y creencias. Desde 1923 a 1926, viaja con su padre por diversos pueblos de la sierra, lo que enriquece su visión de la cultura indígena de la cual él era parte. Se instala luego en Ica como interno del Colegio San Luis Gonzaga. En esta ciudad tuvo también una experiencia traumática, se había enamorado de una muchacha iqueña, Pompeya, que terminó por despedirlo con un desplante racista: "no hago el amor con serranos". Su hermano Arístides describe a este hecho como uno de los que produjeron a José María un mayor trastorno psíquico sexual.

6)Su estadía transcurre otros años en Huancayo, Pampas y Yauyos, pero su padre, por quien sentía una gran veneración, muere en Puquio en enero de 1932, dejando nuevamente un profundo vacío en su vida.

7)En 1931 había ingresado a la Universidad de San Marcos y empieza a trabajar en la oficina de correos, se dedica a escribir y publicar la mayor parte de sus cuentos y novelas.

8)En 1937 sufre un año de prisión por su militancia antifascista y en 1949 es despedido injustamente como docente del Colegio Guadalupe. La crítica hacia algunas de sus obras fue muchas veces injusta, estuvo dominada más por criterios políticos que los propiamente literarios que exigían de él un mayor compromiso social que ya en sí tenía su obra.

9)La publicación previa de los "diarios" de su última novela, en los que emite juicios sobre otros escritores latinoamericanos, generó críticas, ataques personales y una polémica que afectó su sensibilidad provinciana.

10)El proceso cubano en pleno auge, la guerra de Vietnam y el fenómeno del gobierno de Velasco, fueron también motivo para generar otras contradicciones en su vida y tomar ciertas posiciones que muchas veces resultaron controversiales en ese momento histórico-político.

11)Su primer matrimonio con Celia Bustamante, si bien contribuyó al principio a brindarle la seguridad afectiva que buscaba desde niño, posteriormente, como él mismo lo revela, acentuó su angustia y frustración. Sobre su esposa y cuñada decía "me trataron durante 14 años casi como una pertenencia sin derecho ni a voz ni a voto... y en una ocasión verdaderamente estuve muy cerca de lanzarme al balcón y de clavarme un cuchillo.. porque en esas horas en que me celaba tan injusta e implacablemente me echaba a llorar". Celos que parecen justificarse a la luz de los últimos documentos publicados en donde se identifican algunas de las situaciones de infidelidad del escritor en medio de su frustración matrimonial.
12)Otros acontecimientos contribuyeron a acentuar su cuadro psíquico, como los conflictos sociales, culturales y políticos que le tocó vivir. Arguedas, que asumió el socialismo como ideología de su vida, experimentó una honda frustración al ver la deserción de algunos dirigentes comunistas que se pasaron a la extrema derecha. Las responsabilidades que asumió como docente los Colegios de Sicuani y Lima, en la Comisión de Reforma de Planes de Educación Secundaria en el Ministerio de Educación, colaborador de Radio Nacional, Director de la Casa de La Cultura y otros, estuvieron en muchos casos llenos de las comunes trabas, incomprensiones, trámites burocráticos e intereses políticos, lo que le generó una mayor decepción sobre las instituciones públicas de nuestro país.

13)Otro aspecto que es necesario explorar es el componente familiar en el fenómeno afectivo de Arguedas. El año 76 llegué a Chimbote y pude identificar los personajes aún vivientes de "El zorro.." pero también tuve la oportunidad de conocer y compartir algunos años de trabajo con familiares directos de José María, que junto con su hermano Arístides, vivieron muchos años en Chimbote y la región de Ancash. En algunos de ellos pudimos comprobar que el componente depresivo se manifestó también con cierta gravedad en sus vidas.

14)Siendo su obra confesional y habiendo trascendido su vida íntima y familiar a través de su correspondencia publicada, podemos señalar que, tal como se ha descubierto recientemente, la depresión como entidad patológica está ligada a la presencia de un gen hereditario determinante en el desencadenamiento del cuadro. En una carta a su hermano Arístides, escribe "heredé mucho de la inestabilidad de carácter de nuestro padre, de su debilidad nerviosa, pero en mí son muchos más agudos porque tengo una mentalidad mucho más inquieta y sutil y lucho en un plano más complicado y difícil....¿hemos heredado del viejo ese lado flaco?.. Yo soy la herencia viva de nuestro padre, pero sus defectos espirituales los tengo yo en mayor grado".

UNA NARRATIVA TESTIMONIO DE SUS TRAUMAS

Aunque su narrativa es rica en presentar la realidad-mágico-religiosa de la cultura andina, y los conflictos que genera la integración del mundo occidental y el mundo andino, en gran parte de ella son revelados los sucesos traumáticos que iniciaron sus dolencias. Es verdad que se describe un mundo lleno de los goces de la naturaleza -ríos, árboles, plantas, cerros, pájaros- y la embriaguez de la música, ritos y costumbres, pero mezcladas con personajes y repetidas escenas de violación, de agresión y de injusticia, de las contradicciones de mistis y ……, de serranos y criollos, de zorros de arriba y zorros de abajo. Veamos algunos de ellos

1)El sexo es presentado como un acto brutal y sucio, los que se revelan en sus primeros cuentos publicados en "Agua", 1935, como "Warma Kuyay", "El horno viejo", donde recrea la crueldad de las experiencias sexuales de las que fue testigo siendo niño. “Yo solo me quedé, junto a don Froylan, pero cerca de mi Justinacha ingrata. A la orilla de ese rio espumoso..yo vivía sin esperanzas…hasta que un dia me arrancaron de mi querencia para traerme a este buliicio, donde gentes que no quiero, que no comprendo”.(WK). “Se bajo los pantalones mientras Faustino seguía bailando…quedo desnudo desde la cintura para abajo. Se levantó el traje. Yo chuchumeca nomas don Faustino, dijo la chola que estaba recostada en el poyo carcomido del horno viejo…apoyado en la puerta humienta el chico vio que tumbaron a la señora blanca…doña Gudelia empezó a llorar fuerte” (HV).

2)Esto es reafirmado en el cuento "El forastero" publicado en 1964, donde describe el sexo mezclado con el hambre, el abandono, la enfermedad, la muerte y la prostitución, así como el abuso de los patrones con las indias que se describe en innumerables cuentos.

3)Ello se evidencia también en "El sexto" en el que relata las frecuentes escenas de violaciones homosexuales que pudo observar en esa realidad carcelaria cuando estuvo preso en 1937 por haber participado en manifestaciones a favor de la República Española.

4)Sólo en uno de sus cuentos “El aylla” cuando describe que el sexo no tiene caracteres negativos, porque se da en una ceremonia en que las parejas de solteros hacen el amor entre cantos y danzas, como un acto social, comunitario, propio del mundo andino.

5)Para M. Lienhard en "El Zorro…..." el sexo aparece como manifestaciones repelentes, representando lo mas sucio de la sociedad chimbotana. En la novela cada uno de los zorros representaba no sólo los espacios geográficos, costa y sierra, sino también las zonas sexuales de la mujer, lo visible y lo oculto. En la novela se representa la dinámica de la asociación costa-prostituta, que tiene relación con la vieja interpretación de la sierra varonil y la costa femenina, explica también la obsesiva imagen del mar como inmenso sexo de mujer “esa es la gran zorra, ahora mar de Chimbote…ahora la puta mas generosa que huele a podrido..solo fornica con la gran zorra que es la bahía…ahora sexo millonario de la gran puta”. Un sexo que devora, pervierte y sin embargo da vida

CARACTERISTICAS DE LAS DEPRESIONES Y LA DEPRESION DE ARGUEDAS

Los trastornos depresivos, son cuadros en los cuales la perturbación fundamental consiste en una alteración de la afectividad que tiende a la depresión. La mayoría de estos trastornos, como en Arguedas, tienden a ser repetitivos y a menudo el comienzo de cada episodio se relaciona con sucesos o situaciones generadoras de estrés y los niveles van desde leves a graves. La depresión de Arguedas fue cíclica y estuvo marcada por capítulos de elevación de su ánimo y de hiperactividad en las que pudo producir gran parte de su obra. Para Freud, algunas de las formas de depresión, que las calificaba como "duelo", la persona que lamenta la pérdida de un ser amado, propiedad o creencia ideológica, se siente triste, perdido y por momentos incapaz de disfrutar nada. La muerte temprana de la madre y la continua ausencia del padre generaron una ambivalencia afectiva, y una forma patológica del "duelo".

Para Freud la actividad actúa como refugio, como escape, como compensación a la depresión, por lo que la realización poética (literaria) es la consecuencia de la sublimación de los impulsos eróticos. El Arguedas-niño y el Arguedas-adulto, en el análisis transaccional, son esencialmente un llanto que infructuosamente pide amor pero que odia a la vez.

En el Primer diario de su última novela señala el origen de sus males: "en mayo de 1944 hizo crisis una dolencia psíquica contraída en la infancia y estuve casi cinco años neutralizado para escribir". Hubo épocas en las que tuvo que pedir licencia de trabajo por largos períodos o renunciar al mismo.

Los síntomas que siempre lo acompañaron y por la que tuvo que tomar medicación permanente fue el insomnio. Otros fueron la cefalea, "el dolor de pecho y espalda me siguen, me aplana al amanecer porque me dura largo, pero mientras escribo lo olvido totalmente", y uno de los que más lo atormentaban era su fatiga por la lectura que le había impedido por largos años asimilar documentos importantes. Otro síntoma relevante fue "la sensación de impotencia viril que me produce esterilidad intelectual". Las últimas cartas publicadas si bien revelan un Arguedas que ha buscado en otras mujeres su realización sexual, también describen a un hombre que en épocas "sufría de dolores de cabeza después de un acto sexual. Esto lo hacía a diario y le causaba daño..". El mismo Arguedas confiesa "el encuentro con una zamba gorda, joven, prostituta, debió ser el toque sutil, complejísimo, que mi cuerpo y alma necesitaban para recuperar el vínculo con todas las cosas y me devolvió eso que los médicos llaman "tono de vida"..".

LOS CAMBIOS DE LA AFECTIVIDAD DE ARGUEDAS

Sus ideas de suicidio aparecieron desde niño, como cuando "pidió a la montaña con la que hablaba que me tragara..". Un intento frustrado es revelado en un texto manuscrito entregado a su hermana Nelly "intenté suicidarme el miércoles 30 de junio (1965), lo había decidido el miércoles anterior en la noche. Vencí el impulso con la intención de hacer un esfuerzo final para recuperar un mínimo de equilibrio que me permitiera trabajar...tuve una infancia bárbara en sufrimientos y hermosura..no debo quedar sobre la tierra como un sobreviviente inútil". Una acción más grave lo llevó a cabo en abril del 66 cuando ingirió 37 pastillas de Seconal de la que pudo ser salvado por una temprana acción médica.

Antes, en los primeros meses del 60 sufre un grave accidente de tránsito que revive su depresión. En carta del 21-05-60, afirma "hace unos diez años tenía suficiente energía para hacer frente a esta clase de luchas, pero las desventuras de mi niñez y mi débil constitución nerviosa me han invalidado bastante.." A pesar de ello, Arguedas pone fin a una etapa de silencio creativo y publica después del 58 "Los ríos profundos", en el 61 "El sexto" y en el 64 "Todas las sangres".

En otra correspondencia a su psiquiatra chilena el 7-05-62, manifiesta un ánimo cambiado producto del tratamiento llevado con esta doctora, pero no deja de manifestar que "en cuanto a mis molestias físicas la única que no he podido superar es el insomnio". Si bien Arguedas, buscó apoyo psiquiátrico, reiteradamente, en Lima, México y otros lugares, los mejores resultados los encontró con esta doctora, que le dio la imagen y la afectividad materna que el destino le había negado tempranamente.

Sin embargo Arguedas vuelve nuevamente a enamorarse en Chile de una mujer casada, Beatriz, con la cual establece una corta relación afectiva, pero con un gran significado vivencial. En carta del 3-7-62 a su psiquiatra le expresa "Cada carta suya (de Beatriz) significaba para mí una aurora y una especie de nuevo renacimiento. Sus cartas y la contemplación de su fotografía purifican mi alma y mi cuerpo en forma que constituye un milagro. ¡No sabia lo que era el amor, queridisima mamá, no lo sabía!. Sus palabras y su imagen ahuyentan el principal demonio que me aterrorizaba y corrompía o pretendía corromper mi alma: las tentaciones sexuales cuya conclusión no me producían sino asco en el mundo... Había una tendencia suicida a entregarme a esos demonios cuando más deprimido me encontraba y cuanto más difícil me parecía afrontar la vida".

Poco después éste amor es sustituido por el de Sybila Arredondo con quien establece una segunda relación matrimonial.

En carta a J. Murra del 15-8-62 expresa "Por fin durante mis dos meses de estadía en Chile pude, con el auxilio de una prodigiosa psicóloga, salvarme de mis principales trastornos nerviosos que los médicos peruanos no habían hecho sino acrecentar. Regresé sin angustia, sin la depresión mortal que me afligía..". Pero quince días después en carta a su psiquiatra fechada el 31-8-62 manifiesta "Despertaron nuevamente los demonios que me estaban devorando...creo que nada de lo mío puede curarse con píldoras sino con vida".

En noviembre del 62 escribe "he luchado valientemente con la depresión de los primeros días y he vencido". En diciembre del mismo año "dentro de pocos días tendré la felicidad de escribir en la primera página: A la Dra Lola Hoffmann a quien debo la resurrección de mi capacidad para el trabajo". En marzo del 63 "he sufrido una inesperada crisis depresiva" y en octubre del 64 "estaba apabullado por una frustración casi inesperada y dolorosa, una pequeña muerte contra la cual me encontraba luchando fieramente".

El 18-08-69 escribe a su hermano Arístides "tu sabes cómo ha sido nuestra vida, cómo por causas algunas claras, mi permanencia en San Juan cuando era muy niño mientras tu estabas en Puquio con papá, por mi infantilismo y sentimiento de gran orfandad, tu eras fuerte de carácter, yo me arrimé a los indios e indias y aprendí de ellos todo o casi todo su maravilloso y casi indescriptible mundo...un abrazo, como el que nuestro padre solía darnos, un abrazo con toda la vida de tu zonzo que jamás desmayó en la lucha pero a quien sólo las desventuras que tuvo con las mujeres lo quebrantaron".

El mismo día en que pone fin a su vida, el 28-11-69 le escribe a su hermano Arístides "Ya no puedo más, no duermo, no leo, no puedo hablar bien ni escribir....recuerda nuestra vida y diles como yo viví un poco distinto que tú, primero con la madrastra y después con nuestro viejo. No me lloren. Hice más de lo que de mí se podía esperar. Viví limpiamente como son en su alma nuestros runas y lo fue nuestro humilde y orgulloso padre".

UNA MUERTE LARGAMENTE ANUNCIADA

La novela de Arguedas sobre Chimbote iniciada a comienzos del 67 más que un proyecto literario fue un acto de supervivencia del escritor, se sintió vencido y escribió su "¿Ultimo diario?" tardando algunos días más en preparar su final.

La publicación de sus primeros diarios, las cartas a sus amigos más íntimos y familiares, sus testimonios en reuniones y algunos eventos culturales, las conversaciones con los intelectuales con los que frecuentaba, así como el episodio del 66, revelaban a un hombre que estaba constantemente despidiéndose de la vida. Beatriz Arguedas, hija de Arístides, nos contaba que ha sido testigo en una ocasión de como su padre rompió un testamento ológrafo que José María le había entregado en ese momento, le increpó su actitud pero expresándole su cariño y la necesidad de que se aferrara a la vida.

En una de la cartas dirigidas al Padre Enrique Camacho de Chimbote y que publicaramos en la Revista Alborada, fechada en Chile el 2-5-69, escribe "Estos períodos de angustia se hacen cada vez más largos y estoy pensando que sino salgo de éste en que estoy metido en estos días, me iré a trabajar a Caraz".

Finalmente, en la última carta a la Dra. Hoffmann fechada el 16-09-69 expresa: "Con la novela trunca en mi mente y en toda mi naturaleza, yo no puedo dictar clases ni investigar...ya no me es posible tampoco volver donde usted a Chile. Estoy condenado. Pero he hecho una vida completa, pura y fecunda, ejemplar..". Cuatro días antes, escribe una carta en quechua a Hugo Blanco en la que anuncia su muerte inminente, reivindicando la lengua de su infancia. Juan Rulfo y otros escritores, preocupados por esa situación preparan un viaje de Arguedas a México, a fin de ponerlo en manos de otro psicoanalista y de otra escuela, para intentar salvarlo, pero resultó muy tarde, porque un 28 de noviembre del 69 enciende "la última chispa que puedo prender" y aprieta el gatillo del revolver en su sien, falleciendo el 2 de diciembre.

LA VIDA A PESAR DE LA MUERTE

Arguedas narrador, ensayista, etnólogo y finalmente suicida, es producto de una época y de las circunstancias familiares, culturales, sociales, políticas y hasta biológicas, que rodearon su vida, pero es también resultado de la actitud de una parte de la intelectualidad peruana que no supo reconocer en ese momento la verdadera dimensión de su obra. De alguna manera se sintió más despreciado e incomprendido que amado.

Arguedas fue víctima, como muchos otros, de una sociedad hipócrita, violenta, agresiva, y fundamentalmente depresiva. Una sociedad que a los 42 años de su desaparición no ha cambiado en lo sustancial y sigue siendo el lugar donde, como nos lo recuerda Ernesto Sábato, "extraviado en un mundo de túneles y pasillos, el hombre tiembla, ante la imposibilidad de toda meta y el fracaso de todo encuentro..." pero así como para Arguedas con su desaparición se abre una nueva etapa "la de la luz y de la fuerza liberadora e invencible del hombre", Sábato nos dice como una salida "les propongo entonces con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso... sólo quienes sean capaces de sostener la utopía, serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuánto de humanidad hemos perdido".

Está en nuestras manos cambiar todo ello antes que nos siga destruyendo como lo hizo con José María Arguedas, así sus obras para reivindicar nuestra antigua y ancestral cultura indígena y construir un país más justo y solidario, no serán una utopía arcaica sino un sueño hecho realidad.

REQUIEM PARA UN HERMANO: CESAR HEREDIA DEMIS

Por: Marco Cueva Benavides (*)


No se como empezar estos recuerdos, tal vez desde el principio, desde cuando nos conocimos en el año 65 en La Plata, donde el “exilio” nos hizo hermanos y después de tantos años trajimos lo mejor que pudimos, no un título que finalmente pudo estar lleno de vanidades, sino los valores que cultivamos, la amistad, la hermandad, la solidaridad, y una vocación de servicio por los mas necesitados de nuestro pueblo.

Nuestro paso por la Argentina estuvo dedicado a servir a nuestros compatriotas y estudiantes. Son parte de todo ello, el Centro de Estudiantes Peruanos, la agrupación AMAUTA, el grupo de Teatro Javier Heraud, donde actuabas, el CEM (Centro de Estudiantes Medicina), la FUA (Federación Universitaria Argentina) y tantas entrañables organizaciones y amigos que compartieron todos esos años de alegrías, de luchas, y también todas esas noches que oscurecieron la historia gaucha. Me olvidaré de muchos nombres, pero recuerdo algunos: Raúl Calle, Samuel Agama, Elard Barrionuevo, Jorge Baca, Pedrito Mera, Piri, el petiso Gavidia, Oqui Miranda, Moscol, Infantes, Garay, el loco Arturo y tantos otros. Fue la mejor parte de nuestras vidas con la cual tenemos una deuda, y una parte de ella te comprometiste a escribirla, y tendré que cumplir antes de ir a reunirme contigo Cesar en algún lugar del firmamento

Aunque te recibiste el 14 de abril del 75, y yo el 25 de junio del mismo año, me vine antes a Perú, ya que las cosas se pusieron feas. Creo que siempre viviste en el filo de la navaja, como cuando mataron a la italiana de tu pensión porque se negó a abrir la puerta cuando te buscaban y ya te habías regresado recientemente a Perú. La noticia te dolió en el alma y te vi sufrir duro porque te sentías culpable.

Tantos recuerdos, tal vez como este que relato en mi cuento “Los días de la anfetamina”. Habíamos estado preparando junto contigo y el flaco Quiroz, el examen final de Clínica, lo hacíamos en tu casa de la calle 67, entre 4 y 5. Esa tarde el flaco nos dijo que tenia que hacer y suspendimos el estudio Para que no me de la “pena negra” (que era la “depre que nos agarraba por periodos) me fui por la tarde al Cine Belgrano en la diagonal 80, daban 3 películas continuadas. Cuando terminó la primera, y prendieron las luces del cine, al toque te identifique negrito Heredia que estabas en la fila de adelante, al flaco Carlos en la fila de atrás. Nos hemos reído a carcajadas y finalmente como sucedía siempre, aburridos de tanto estudiar coincidimos en hacer un relax dentro del cine.

Mucho hablábamos de tu tierra ayacuchana, de tu pueblo natal Puquio, donde naciste un 28 de octubre y que tenia interés de conocerlo porque era la tierra que relata Arguedas en su “Yawar Fiesta”. La vida y obra de Arguedas fue para nosotros salvación, quería hacer mi tesis sobre ese tema y para ti representó eso que fuiste después. Mientras yo desde niño quería ser cura y después psiquiatra, no pude, me hice pediatra y finalmente, el psiquiatra fuiste tú, aunque decías que después de todo de las tres patologías psiquiátricas: las neurosis se curan solas, y las psicosis son incurables y las esquizofrenias solo se pueden controlar. Y fuiste un de los mejores siquiatras de Chimbote, aunque no pudiste currar tu alma inquieta.

En el 76 empecé a trabajar en Chimbote, al poco tiempo me informaron que necesitaban un médico en San Jacinto, para la Posta del ex-IPSS. Te llamé a Lima y no dudaste ni un instante en venir. Así empezó tu vida en Chimbote. Después te destacaron al Hospital III de EsSalud, donde ingresé a trabajar en el 77, nos destacaron al servicio rural y viajábamos siempre a todo el valle del Santa. Posteriormente hiciste tu especialidad en el Hospital Psiquiátrico Hemilio Valdizan de Lima y compartimos todos estos años de trabajo y de un compromiso coherente con esta tierra. Recuerdo que en los primeros meses de nuestra llegada eran horas de luchas en Chimbote y conversamos que teníamos que incorporarnos al movimiento del pueblo chimbotano, contactamos con la gente de FESIDETA y luego cada uno tomó su compromiso en distintas organizaciones, pero identificados con una ideología a la que nunca hemos renunciado, nuestro sueño por un mundo de justicia, sin explotados ni explotadores.

Cuando Jorge Baca era regidor compartimos un buen tiempo contigo la atención en la Posta de Villa Maria y Tupac Amaru de El Carmen y en muchos pueblos jóvenes. Después fuiste regidor del Municipio e hiciste una ardua labor social, además ejerciste la docencia en la UPSP. Entre tantos otros cargos te nombraron Director del Hospital EsSalud de Sihuas, luego del de Huaraz, y después regresaste a una Subgerencia de EsSalud y volviste a ser el siquiatra de siempre. La campiña de Colcap te atrajo siempre y tu cese del hospital te hizo volver a ella, para soñar con tu casita de campo y tu chacrita de tomates, pero ya vez que injusto e ingrato fue el mundo contigo

Me había olvidado de muchas cosas que hiciste en tu vida, pero los días de tu velorio y de tu entierro (que coincidió con el día de la Medicina que más fue el día de la tristeza), habló tanta pero tanta gente que hicieron una recopilación de todo lo que hiciste como medico, como director, como político, como dirigente, como regidor, como docente, como persona, que será como para escribir un libro.

Pero ese libro de la vida la vivimos todos estos años con tu linda familia que habías formado y que siempre compartimos a través de nuestros hijos Carlos y Omar que viajaron a estudiar a Cochabamba y después a hacer su SERUM y su residencia en Lima.

Cesar hermano, estarás eternamente entre nosotros, entre todos los que te quisimos y apreciamos porque las buenas personas como tu: VIVEN PARA SIEMPRE.

(*) Publicado en La Industria de Chimbote y en la Revista EDECAM

martes, 1 de junio de 2010

EL PRIMER DEBER DE UN MEDICO

Por: Marco Cueva Benavides (*)

En una vieja película de Bergman uno de los personajes le pregunta a un galeno, ¿doctor, cual cree usted que es el primer deber de un médico?, éste se queda pensando y luego le responde: creo que el primer deber de un médico es pedir perdón.

Tal vez esto sea verdad (aunque no solamente para los médicos) porque si analizáramos las vivencias de lo que cada uno de nosotros hace en su vida profesional diaria, veríamos que está llena de esos pequeños errores que pasamos desapercibidos o de una de esas grandes equivocaciones que pueden causarnos problemas legales y judiciales, y por los que a veces se hacen grandes escándalos en la prensa y en la TV y cada día aparecen con mayor frecuencia.

La forma como se enseña, se practica y se difunde la medicina, en las que se sobrestiman los logros y se minimizan los fracasos y errores, brinda muchas veces una imagen idealizada de ella. La medicina tiene como los fuegos artificiales su lado luminoso pero también su lado oscuro, ese carrizo quemado del que muy poco se habla o se quiere ocultar y que son parte de un sistema salud enfermo, en el cual el médico es una parte de ese engranaje.

Cuando se trabaja en instituciones de salud (EsSalud, Minsa, SFP, etc) que padecen también la crisis de nuestra sociedad y expresan con mayor gravedad los problemas de ella, los riesgos de cometer errores son mayores, ya sea por carencias físicas (falta de equipos y medicamentos, ambientes inadecuados), por causas humanas (negligencia médica, impericia o ignorancia), cuestiones éticas (bioéticas), o problemas organizacionales (deficiente gestión gerencial). De manera que los médicos están expuestos a todos las equivocaciones posibles que son mayormente estructurales, más que personales de cada uno de ellos, pero solo será él quien deba afrontarlos porque la institución no es ni se siente legal ni moralmente responsable.

La mayoría de ellas tienen su base en una inadecuada comunicación médico-paciente, en deficiencias en el enfoque del tratamiento, malas interpretaciones diagnósticas, juicio inadecuado, indecisiones y deficiencias en la ejecución de un acto o habilidad.

Absorbidos por computadoras y equipos, perdidos en un mar de pacientes que abarrotan los pasillos, o llenan las sillas ordenadoras de las colas, apurados en los consultorios y agobiados por una variedad de compromisos laborales, los médicos seguiremos ignorando que en las pequeñas cosas que llenan nuestra rutina están las mas grandes faltas por las cuales debemos pedir perdón.

A eso habría que e agregarle algo que es uno de los problemas principales de los servicios de salud, revelados en diversos estudios sobre la calidad de la atención que se da en los mismos: el maltrato a los pacientes. Un maltrato que parte desde que uno ingresa al hospital donde al vigilante le parece que todo el que ingresa al servicio es un probable delincuente, hasta el que se brinda al interior en todos los servicios por donde uno circula. Cuando uno como paciente vive los sinsabores que significa el caer en un servicio de salud, recién se da cuenta que hay mucho por el cual los médicos (y seguramente muchos otros) deberíamos pedir perdón.
Toda la grandeza que tiene una profesión como la medicina, dedicada a calmar el dolor, restablecer la salud, prevenir las enfermedades y tratar a un ser humano en forma integral se pierde como se ha venido perdiendo todo lo que de humanidad debería tener la medicina. Felizmente los errores son los menos, frente a todos los aciertos y a un trabajo sacrificado que muchas veces es poco reconocido.

Es necesario desarrollar una conciencia ética, crítica y autocrítica de nuestro trabajo diario, más ahora que el desarrollo de la ciencia y la tecnología han deshumanizado y fragmentizado la medicina, desde su enseñanza y hasta su propia práctica donde se ve más al órgano, al sistema, la bacteria, la estructura molecular y al ahora al ADN , pero no a ese ser humano que quiere aliviar su dolor físico, psíquico y social y no encuentra en los servicios de salud una solución a los mismos.

(*) Médico de niños. Ex.-Pediatra de EsSalud
Docente de la Escuela de Medicina-UPSP. Publicado En La Industria de Chimbote

MEDICOS, MEDICAMENTOS Y HOSPITALES

MEDICOS, MEDICAMENTOS Y HOSPITALES (1)

Por: Marco Cueva Benavides (*)

Cuando era niño aprendí a temer a tres cosas: a los médicos, medicamentos y hospitales. Tal vez porque de alguna manera los niños siempre tenemos miedo a inyectables, vacunas, medicamentos y muchos procedimientos agresivos que se utilizan para el diagnostico y tratamiento de las enfermedades.

Aunque saliendo de la secundaria pretendía ser cura, porque veía que lo que andaba mal en la gente eran sus almas, mi madre no quiso, y creo que personalmente para perder estos temores, me hice medico. Pero un largo periodo de ejercicio profesional, y la experiencia de haber sido a veces paciente de algunas instituciones de salud, aumentaron todos estos años mi convicción de que tenia razón cuando niño y mucho mas ahora como adulto. Si bien la medicina es una de las más nobles profesiones que tienen que ver con el dolor humano, y sus avances son indiscutibles, es una de las profesiones que ha perdido mayor humanidad y credibilidad día a día.

Este artículo es parte de una publicación mas extensa donde he sistematizado diversas experiencias sobre estos hechos que involucran a médicos, medicamentos y hospitales, y lo hacemos con una visión critica y autocritica que siempre he tenido sobre las cosas y la vida. Algunos de estos sucesos y datos explican no solo mis fantasmas personales sino los de mucha gente que tienen una opinión que estas tres cosas son un bien necesario que puede darnos la salud y la vida pero también la enfermedad y la muerte. Nunca he sido más enemigo de mi mismo que en todos estos años de trabajo medico
MEDICOS
Las estadísticas revelan que en EE.UU. las muertes anuales por errores médicos (unas 120,000) superan largamente las que producen los accidentes de transito (40,000). No conocemos datos en nuestros países pero se observa un aumento significativo de los juicios que afrontan los médicos por omisión o negligencia. El Dr M. Allnut considera que “...para un médico aceptar que él o ella, es capaz de tener un error catastrófico, es el primer paso a la prevención; mientras que reclamar la prerrogativa de ser un profesor experimentado, consultor, o tener 30 años de experiencia es el primer paso en el camino a un desastre” . Y de desastres estamos llenos. Uno de los testimonios mas relevantes es el del Dr. Deepak Chopra, formado en una facultad de medicina hindú (donde según el es donde menos se enseña la medicina Hindu) ingresó al sistema de salud de EE.UU, se especializó de endocrinólogo y formó parte de la famosa Clínica Mayo, “una de las mejores” instituciones de salud de los EE.UU donde después de algunos años sufrió la mas grande decepción de su vida por lo que allí se hacía y volvió a recuperar la medicina ayurvédica en la que encontró un mejor camino hacia la salud y hoy dirige un instituto con sedes en varios países. La cantidad de experiencias recogidas diariamente en Chimbote y a nivel nacional, sobre estos problemas, nos dan la razón sobre ello. Todo esto tiene que ver con una práctica medica sesgada por otros intereses y valores que deforman el verdadero objetivo de una ciencia que debería estar al servicio del hombre y no del dinero y el poder.


MEDICAMENTOS
La industria farmacéutica representa, después de la industria de las armas y de la guerra, la segunda que genera mas de 50,000 millones de dolares en el mundo, y mas de 500 millones en nuestro pais. Cada día se encuentra evidencia que la investigación, producción, promoción y comercialización de medicamentos está ligada mas a intereses económicos que a la defensa de la salud de la población. Fava, un investigador de este tema sostiene que "la proliferación de conexiones entre médicos y la industria farmacéutica han puesto en una crisis sin precedentes a la credibilidad de la medicina clínica". Pruebas hay de sobra, los médicos y las instituciones de salud somos muchas veces cómplices, conscientes o inconscientes, de todo este negociado mundial contra la salud de las personas. Distintas investigaciones revelan que mas del 50% de los medicamentos que consumen los pacientes, sea por prescripción medica o automedicación, son innecesarios y muchos de ellos son dañinos. El uso irracional de medicamentos sigue siendo una practica de primer orden en las que son responsables farmacéuticos, médicos, hospitales, sino veamos como proliferan las cadenas de farmacias transnacionales y cada una de ellas con una verdadera cartera de clientes a quienes quitan el poco dinero de su pobreza.
HOSPITALES
Son parte del sistema de salud, que mantiene la enfermedad como una lacra de la que pocas veces sale el paciente. No se si es más la gente que estuviera viva si nunca hubiera pisado un hospital que la que está viva porque fue al hospital. Una noche conocí a un paciente que había ingresado para operarse de un catarata, y debería salir al siguiente día, pero le encontraron unos leucocitos en la orina, el cultivo demoró 2 semanas, se infectó, hizo una sepsis y después de 30 días murió la noche de mi guardia en la cama 249. Experiencias semejantes hay cientos de ellas, cada día se publican noticias en los diarios por problemas parecidos y cada médico tendrá una para contarla si tiene el valor de mirar criticamente su practica hospitalaria. Dice Chopra “el sistema consiste en miles de hospitales…con una actividad incesante que desarrolla conocimientos médicos, nuevos fármacos, nuevos equipos, de miles de millones de dólares. Con demasiada frecuencia los pacientes que quieren ser considerados como enfermedades encuentran médicos que los complacen…La facultad de medicina se orienta sobre todo a la enfermedad y los estudiantes aprenden las mínimas indicaciones para las patologías mas raras” menos para mantener a las personas sanas.

Frente a todo esto surgen las nuevas medicinas alternativas, y fundamentalmente una lucha contra un sistema a partir de rescatar nuestro “yo interior” que es el camino de una verdadera curación del cuerpo y del alma, que la medicina ha desintegrado.


(*) Medico Pediatra-Cesante de EsSalud

Docente Principal de la USP


(1) Publicado en La Industria de Chimbote